Los sistemas que implican materiales para el tratamiento de las humedades es algo bastante novedoso, son más seguros, eficientes y confortables, para reparar el tradicional ladrillo húmedo.
La frecuencia con la que aparece la humedad en un hogar puede ser alarmante y aunque tratemos de lidiar con ello, no podemos erradicarlo.
Durante mucho tiempo se utilizaron materiales que no resolvían el problema, al contrario empeoraban las cosas, entre ellos tenemos al Durlock, la pintura impermeabilizante y el
machimbre de madera. Su aplicación encima de la humedad era un detonante a largo plazo, y es que seamos realista, si solo ocultamos un problema de humedad con el tiempo este terminara
aflorando por otro lado.
El revestimiento antihumedad, al igual que los materiales que se emplean en la construcción en seco, es un método constructivo industrializado que minimiza el impacto ambiental porque acompaña el concepto de arquitectura sostenible, haciendo un uso racional y eficiente de los recursos, tanto materiales como energéticos.
Por su calidad y resistencia es hoy una de las opciones preferida para decorar viviendas nuevas, así como tratar innumerables problemas de humedad. Tanto para viviendas familiares como para
grandes obras de arquitectura.
Su uso comienza a ser tan frecuente como otros productos debido a su gran efectividad, la confiabilidad de esta tecnología se demuestra en los miles de metros cuadrados de placas antihumedad
instalados desde hace ya varios años. Sin dudas podrá crecer mucho más y así seguir aportando herramientas más que beneficiosas para una construcción sostenible y respetuosa para el medio
ambiente.
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